Una canción que me parece preciosa:
Enemigo de la guerra y su reverso, la medalla no propuse otra batalla que librar al corazón de ponerse cuerpo a tierra bajo el paso de una historia que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón y ahora que ya no hay trincheras el combate es la escalera y el que trepe a lo más alto pondrá a salvo su cabeza. Aunque se hunda en el asfalto la belleza...
Míralos, como reptiles,al acecho de la presa,negociando en cada mesa maquillajes de ocasión;siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre,locos por que nos deslumbre su parásita ambición.Antes iban de profetas y ahora el éxito es su meta;mercaderes, traficantes,más que nausea dan tristeza,no rozaron ni un instantela belleza...
Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios,donde todo lo falsario acabaría en el pilón.Y ahora que no quedan muros ya no somos tan iguales,tanto vendes, tanto vales,¡viva la revolución!.Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo,ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza…
Luis Eduardo Aute
1 comentario:
ooohhh.... me has puesto los pelos de punta.... además esa canción no la he escuchado nunca, pero en la primera obra de teatre que hice en la universidad (quizá recuerdes la mostra del taller de iniciación), Cristina recitó esos versos. Era una escena preciosa, al igual que la canción.
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